LA AYUDA DE LOS DEMÁS

Hola a tod@s os dejo una actividad de religión que he realizado en clase con mi compañera Teresa , espero que os guste.

1.Contesta:

-¿Qué problema tenían las cerillas?¿Cuál era la solución?
Que tenían mucho frío.Necesitaban fuego para calentarse.

-¿Quién se arriesgó?¿Qué le ocurrió al intentar salir de la caja?
Se arriesgó una pequeña cerilla.Que se desequilibro y se cayó de cabeza . 

-¿Qué descubre al ver que arde?¿Cómo ayuda a las otras cerillas?
Que todas las cerillas tenían fuego dormido dentro de ellas. Diciéndoles que se tirasen de cabeza  desde la caja. 

-¿Valió la pena que una cerilla arriesgara su vida para salvar a las demás?¿Por qué?
Sí.Porque gracias a ella todas no pasaran frío nunca .

-¿Cuál es el mensaje de la historia?
Vale la pena arriesgarse por los demás


Resumen breve sobre la historia:

Que una caja de cerillas que estaban muy amontonadas por que tenían mucho frío y con eso no bastaba , una de ellas después de mucho pensó que necesitan fuego y pidieron un voluntario , salió una pequeña cerilla , subió hasta lo alto de la caja  y salió dando un salto hacia fuera , pero con tan mala pata que perdió el equilibrio y cayó de cabeza al suelo ,  prendió fuego  y se lo dijo a lo demás pero no se lo creían , cuando se asomaron y le vieron arder , se convencieron y se arriesgaron todas .Y nunca más pasaron frío.

                                                                  


Personas que han dado su vida por otras:

Óscar Arnulfo Romero y Galdámez (Ciudad Barrios, El Salvador, 15 de agosto de 1917 – San Salvador, 24 de marzo de 1980) conocido como monseñor Romero fue un sacerdote católico salvadoreño y el cuarto arzobispo metropolitano de San Salvador (1977-1980), célebre por su prédica en defensa de los derechos humanos y por haber muerto asesinado durante la celebración de la misa.

Como arzobispo, denunció en sus homilías dominicales numerosas violaciones de los derechos humanos y manifestó públicamente su solidaridad hacia las víctimas de la violencia política de su país. Su asesinato provocó la protesta internacional en demanda del respeto a los derechos humanos en El Salvador. Dentro de la Iglesia católica se lo consideró un obispo que defendía la «opción preferencial por los pobres». En una de sus homilías, monseñor Romero afirmó: «La misión de la Iglesia es identificarse con los pobres, así la Iglesia encuentra su salvación» (11 de noviembre de 1977).